• Canciones de oscuridad y desaliento es el primer álbum que Marc Rodamilans produce en 17 años
• Esta entrega propone una experiencia de escucha diferente, pues está formada por 15 canciones contenidas en 10 tracks
• El séptimo álbum de estudio de Hueco estará disponible en plataformas a partir del 5 de febrero
Con el lanzamiento de su álbum en vivo Medusa Desnuda, Hueco marcó un importante momento en su trayectoria, pues este álbum recorre buena parte de su historia como una de las bandas más aguerridas y congruentes de la escena oscura mexicana. De alguna manera, Medusa Desnuda fue el documento final de una etapa y los encaminó hacia la celebración de su 25º aniversario.
Pero muchas canciones estaban por venir. Así, en 2019, editaron el álbum perdido de Los Olvidados, banda porto-Goth de la Ciudad de México previa a Hueco, con el que se puede hacer un rastreo de lo que devino en su sonido característico, enérgica propuesta, y así como la expresividad de su música. Ese mismo año, cargados de canciones aún por estrenar, lanzaron los sencillos “Cielo Negro” y “El suspiro del demonio”.
La celebración de sus primeros 25 años de carrera no podía pintar mejor. Sin embargo, los planes de Hueco tuvieron que suspenderse indefinidamente debido a la pandemia de Covid-19. Conforme 2020 fue avanzando, Hueco dio un giro a sus labores y encaminó sus pasos hacia la preparación de una placa más. Primero llegó el sencillo “Sueños Rotos” y más tarde “El Rumor”. Ambos temas cayeron como anillo al dedo en una época marcada por la incertidumbre, pues nos recuerdan que el dolor, el miedo y la propia incertidumbre son parte de la vida.
Más tarde llegó “Madre Rusia”, una canción tan frenética como potente y, finalmente, “Red Devil”, cuyo excepcional video fue dirigido por The Hollow Kid, vocalista de Hueco, y que ya ha superado las 300 mil reproducciones en Spotify. Estos seis sencillos, compuestos, grabados y lanzados en dos realidades distintas fueron el preámbulo para la llegada de Canciones de oscuridad y desaliento.
HUECO - Red Devil
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La nueva entrega discográfica de Hueco marca también el regreso del productor Marc Rodamilans a la escena nacional después de una pausa de 17, reactivando las actividades de su mítico estudio La Cocina. Entre otras joyas, Rodamilans fue una de las piezas clave en la escena rockera de los 90s y acompañó la carrera de bandas como Guillotina, Consumatum Est y Los Lagartos.
Debido en parte a la pandemia y en parte a las posibilidades tecnológicas con las que hoy contamos, el trabajo detrás de Canciones de oscuridad y desaliento salta a lo largo de cuatro ciudades: Texas, donde actualmente se encuentra Marc; Buenos Aires, con la presencia de Toño Sánchez; Vancouver, desde donde se suma al disco Carlos Walraven y la CDMX, lugar donde se encuentra Hueco.
Las idas y vueltas entre estos cuatro rincones del planeta se han cristalizado en Canciones de oscuridad y desaliento, álbum conformado por 15 canciones, pero que propone una experiencia de escucha diferente, pues están condensadas en 10 tracks. Y, como siempre, Hueco ancla su música en una propuesta visual: en este caso, una recuperación de las propuestas del suprematismo, corriente fundada a inicios del siglo XX por el pintor Kazimir Malévich y el poeta Vladímir Maiakovski. Este trabajo corrió a cargo de Jessica Pérez, manager y diseñadora de Hueco en cada paso.
Este séptimo álbum de Hueco aventura una mirada distinta y agria sobre nuestro entorno actual: desde la forma en que leemos y construimos la realidad a partir de noticias falsas hasta la concepción de una feminidad dura, sensual y oscura, Hueco vuelve a demostrar por qué son una de las bandas más respetadas en esa música que crece al margen de las luminarias. Más que un álbum, Canciones de oscuridad y desaliento está llamado a ser un documento oscuro de una época oscura.
